Al final las palabras- Antonio Malpica

TÍTULO: Al final las palabras
AUTOCONCLUSIVO

EDITORIAL: Fondo de cultura económica

GÉNERO: Juvenil
AUTOR: Antonio Malpica
IDIOMA:Español

NÚMERO DE PÁGINAS: 193
FORMATO: Pasta blanda

PUNTUACIÓN:❤❤ ❤❤4.5/5

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Esta vez me extenderé demasiado porque este libro me ha encantado; así logrando obtener un lugar en mi corazón.
Siempre había oído mencionar al autor Antonio Malpica, pero jamás había coincidido con uno de sus libros en mis manos. Para este autor si que tenía muchas expectativas. ¿Que si las cumplió?, quédense al final de la reseña.

"Recuerdo, Pita que la sensación era tan placentera que hubieses dado todo por nunca abandonar ese lugar , por permitir a tu infancia desvanecerse para siempre ..."

Antonio Malpica nos narra una historia dentro de otra historia que nos lleva a otra historia, si, así cómo se lee, el fin de la historia no se comprende hasta que se termina. Quería ponerlo como un punto malo, pero al fin el autor lo lleva muy bien a cabo.

"Hay gente por todos lados, pobreza por todos lados, tránsito y más tránsito, suciedad, contaminación... No sé cuál sea el México que usted haya dejado hace varias décadas, pero estoy seguro de que no se parece en nada a éste que hoy me toca conocer..."

Se nos presenta una historia ambientada en el centro de la Ciudad de México entre el año 1920, donde un grupo de amigos jóvenes relatan sus aventuras cotidianas. Tenemos a personajes como: El Gijo, El Flaco, Cepillo y Pegote. El Pegote es un joven ejemplar para todos estos niños que nadie sabe de dónde vino porque no tiene familia ni un hogar, más que su lugar de trabajo.

"... para qué reclamarle al Pegote si ya sabía que tenía sus momentos y sus momentos. El año anterior, cuando había sido la escasez, yo mismo lo había visto robarle tres piezas de pan a un viejo y echarse a correr. Pero también, para qué negarlo, lo había visto formado con todos nosotros, codo con codo, una noche entera para conseguir algo de carbón y tortillas y, al final, cederles su lugar a tres niños chiquitos. Tenía sus momentos y sus momentos el Pegote, ni para qué reclamarle".

La historia es divertida, triste, llena de amor y recuerdos. Me recordó mucho a ese tipo de libros sobre amigos, dónde los ves crecer, como "Los años maravillosos". Es de ese tipo de libros que sin mucho esfuerzo llegan a tu corazón. Existe un presente y un después de la historia que nunca deja de sorprenderte y se hace real. El libro también contiene cartas de unos 60 años después, donde un joven va a una misión de regreso a la ciudad para descubrir qué fue del Pegote.

"Ahora sí, desde luego, te habrá quedado claro que lo que deseo es verte. Volver a verte.    Porque creo que, en el fondo, la historia avala cualquier historia.                                        Incluso la nuestra.                                                                                                                  Y que hay finales que, mientras sea posible, mientras no haya un plumazo definitivo sobre la página última del libro, vale la pena intentar cambiarlos".

 Así mismo, se narra a través de correos electrónicos de un chico, que le escribe a su enamorada contándole sobre cartas antiguas que encontró de su abuela. Hay dos historias de amor que primeramente no se entienden, pero a la larga se disfrutan.

"Un sobre manila que pertenecía a mi abuela pero que estaba en posesión de mi madre. Un sobre con un manuscrito, varias cartas y ciertos objetos inverosímiles: una fotografía, un trébol de cuatro hojas...                                                                                                    ¿Te gustaría leerlo?"

Algo que limita la lectura del libro es el lenguaje que se usa y que toca ciertos temas que sólo recomiendo para jóvenes (16 años en adelante). A medida que avanzaba en la lectura no entendía el origen de muchas cosas, pero eso me mantuvo enganchada hasta el final. Lloré, reí y me enamoré con la historia, fue una lectura que disfruté lentamente. Antonio Malpica se ha vuelto un escritor al que seguiré leyendo y al que le guardaré un lugar en el corazón desde ahora.

"Porque hay huellas del corazón que, como ocurre con aquellas pisadas hechas en la superficie lunar, permanecen para siempre. No hay viento que las desdibuje".

GRACIAS ENORMEMENTE A FCE MÉXICO POR HACER POSIBLE ESTA RESEÑA.

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